Un cura, un seminarista y un repartidor evitan un suicidio
Un cura, un seminarista y un repartidor evitaron un suicidio en pleno centro de Madrid, en el viaducto del puente de Segovia, aunque es un poco irónico porque precisamente este lugar tiene lunas disuasorias para evitar suicidios.
Cuando el individuo estaba listo para suicidarse, un sacerdote, recién ordenado, que pasaba por allí se percató de la situación. El cura intentó disuadir al joven de su decisión e incluso le impartió bendición y la extrema unción, en el caso finalmente de que se suicidara.
Poco después aparecieron un seminarista y un repartidor de publicidad, que no dudaron en ir y evitar que el individuo llevara a cabo su idea.
El momento más complicado fue cuando el joven saltó la valla metálica. En ese mismos instante el seminarista y el repartidor no dudaron en saltar la luna antisuicidios, agarrando al individuo y evitando su muerte.
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